Para cuando no esté
quiero que me vistan de nada,
que respeten mi esencia,
que respeten mi karma.
Para cuando no esté
les dejaré mi piel,
les dejaré mi danza
en una mañana.
Y volarán sonidos nacidos del alma…
No quiero ,
tampoco palabras,
sólo seré cenizas
sobre una espuma blanca…
Allá donde el mar remolina el agua…
Me llevo mis puntas
que están entregadas,
se hundirán conmigo,
me seguirán mañana.
Recuérdenme en un ,
en una ola mansa,
donde las gaviotas
despliegan sus alas.
Pero no me lloren
porque, hijos míos,
me he sentido amada.
Amada por ustedes,
amada por la vida
que ya secó mis lágrimas.
Tercer Milenio en la Cultura
Asociación Tercer Milenio en la Cultura, Rosario, Argentina
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Rodrigo Guidetti